Autora: Dra. María Antonieta Tello Camarillo
Asesor: Dr. José Antonio Vargas Aguilar
Este escrito tiene como finalidad situar a los jóvenes que quieren ser concertistas reconocidos y ubicarlos en los retos que van a enfrentar, así como concientizarlos en que para ello es necesario tener mucho talento, dedicación, disciplina y estar en un lugar en donde puedan mostrar todo lo que tienen y valen.
Para el diccionario de la Real Academia Española un concertista es un músico que toma parte en la ejecución de un concierto en calidad de solista (RAE: 2020). ¿Será esto lo que se pretende actualmente? ¿Existe la infraestructura para concientizar este vocablo? La realidad nos muestra otro paradigma muy distinto al que plantea este diccionario, sin embargo, analicemos un poco lo que está sucediendo.
Una carrera pianística demanda nivel técnico, preparación, cultura, talento, inteligencia, intuición. El preparar una obra implica horas de estudio, concentración y dedicación. No todos están dispuestos a esto, o bien reconocen que no tienen lo indispensable para ello. En otros casos el factor económico limita a los aspirantes. El costo de un instrumento como el piano, supera lo que se tiene dispuesto para la educación musical de un joven. Lógicamente que si esto se manifiesta en sus inicios habría que pensar en lo que el futuro le demandará para costear una carrera.
Lo mejor sería que cada aspirante reconozca sus capacidades para lograr una carrera, pero educar para esto es muy difícil. La lucha de egos desde pequeños o el reconocimiento del otro no es lo usual en el medio. En cuanto se escucha a un pianista que no cuenta con todos los recursos necesarios para tocar solo, el público de conocedores o aficionados se da cuenta inmediatamente. Una sala llena con familiares o amigos no indica que el músico que se escucha es de calidad, pero si es un referente para una posible contratación, para un cierto índice de popularidad.
¿Qué ha sucedido en los últimos años? Los músicos de cámara se encuentran por todos lados, pero los más fuertes han conformado grupos de poder. Posiblemente obstruyen a los talentosos porque ven amenazadas sus futuras actividades. El objetivo de estos escritos es el revalorar la música y el concertismo desde el análisis y la investigación. Ser solista implica otras competencias.
Los centros educativos deben darse a la tarea de formar pianistas, pero ante todo ciudadanos responsables y conscientes de una identidad propia. Ciudadanos respetuosos de los demás. Recordemos que aquí “querer no es poder” y que soñar si cuesta, y si no hay un pensamiento claro los aspirantes a músicos pueden quedarse en el camino.
Lo importante es formar músicos preparados para no soñar con ser grandes estrellas, sino para vivir en una realidad en el México del s. XXI. Respetuosos del talento de otros y de las personas que han hecho una carrera a base de esfuerzo.
Nos encontraremos en dos meses. Buen periodo de reflexión. Hasta la próxima.
BIBLIOGRAFÍA
Diccionario de la Lengua Española (RAE), edición del tricentenario, actualización 2020, documento electrónico disponible en, https://dle.rae.es/concertista consultado el 19/07/2021.
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